El Retablo de la Capilla de Nuestra Señor del Rosario, se ha sometido a una restauración, debido a su deteriro con el paso del tiempo y a ser de madera seca se encontraba con muchas grietas y rajas, al igual que la capa de preparación de yesos que se pone sobre la madera se estaba desprendiendo y cayendo, ya que la capa de preparación no ha sido capaz de soportar los movimientos.
En una primera fase eliminaron el polvo superficial, los clavos y anclajes que poseía el Retablo, para proceder a la inyección de consolidación de la capa que se estaba desconsolidando y que era necesario que vuelviera a su sitio.
Posteriormente se procedió a la limpieza del retablo con fórmulas químicas, debido a que el barniz sobre el oro que poseia se habia envejecido ocultando el color propio del oro. Se sellaron grietas, se taparon falsedades, para dejarlo todo al mismo nivel dejando el oro antiguo en todo el espacio del Retablo que ha sido posible. Al mismo tiempo en esta fase se eliminaron los repintes de purpurina, que con el paso del tiempo estaba oxidado.
Después se doró con la misma técnica usada desde siempre, que es con láminas de pan de oro para conseguir un conjunto armónico.
En la Guerra Civil se destrozaron buena parte de la cultura propia cistiana como fueron los retablos y éste no escapó a esa circunstancia, de ahi que algunos elementos de otros retablos fueran aprovechados para la reconstrucción de éste, como es el caso de la columnas, típicas del Barroco. Según creen los autores de la restauración, Enrique y Cristina Rodríguez de Tembleque, dos expertos restauradoes de Herencia.
En una primera fase eliminaron el polvo superficial, los clavos y anclajes que poseía el Retablo, para proceder a la inyección de consolidación de la capa que se estaba desconsolidando y que era necesario que vuelviera a su sitio.Posteriormente se procedió a la limpieza del retablo con fórmulas químicas, debido a que el barniz sobre el oro que poseia se habia envejecido ocultando el color propio del oro. Se sellaron grietas, se taparon falsedades, para dejarlo todo al mismo nivel dejando el oro antiguo en todo el espacio del Retablo que ha sido posible. Al mismo tiempo en esta fase se eliminaron los repintes de purpurina, que con el paso del tiempo estaba oxidado.
Después se doró con la misma técnica usada desde siempre, que es con láminas de pan de oro para conseguir un conjunto armónico.
En la Guerra Civil se destrozaron buena parte de la cultura propia cistiana como fueron los retablos y éste no escapó a esa circunstancia, de ahi que algunos elementos de otros retablos fueran aprovechados para la reconstrucción de éste, como es el caso de la columnas, típicas del Barroco. Según creen los autores de la restauración, Enrique y Cristina Rodríguez de Tembleque, dos expertos restauradoes de Herencia.
La restauración de la Capilla ha finalizado con una preciosa vidriera, que representa a la Santísima Virgen del Rosario entregando el rosario al niño que se lo entrega a su vez a Santo Domingo, y a Santa Quiteria (tutular de la Parroquia). La vidriera se puede contemplar sea desde el interior que desde el exterior, que durante la noche quedará iluminada para que todo el que pase por las cercanías de la Parroquia tenga un recuerdo de La Madre de Alcázar, Nuestra Señora del Rosario.
La Capilla ha podido ser restaurada gracias a la colaboración de un anónimo, feligrés de la parroquia, que ha corrido a cargo de todos los gastos.
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